La Valeta nos llama la atención, sobre todo, por su pequeño tamaño. La capital de Malta es también la más pequeña de la Unión Europea, incrustada en una península de poco más de un kilómetro de dimensión en cada uno de sus lados y sin posibilidad de crecer; pero aun así es un destino fundamental a la hora de hacer turismo en Malta.
En realidad, el área metropolitana de la capital de Malta va bastante más allá de lo que es esta pequeña península y se extiende por localidades más modernas al norte, sur y oeste de la capital, pero histórica y paisajísticamente, la pequeña superficie amurallada de La Valeta es la más valiosa de ellas.
La Valeta nace en el siglo XVI y su origen está muy vinculado con los caballeros de la Orden de San Juan (más conocida como Orden de Malta). Recibe su nombre por el antiguo Gran Maestre de la Orden que impulsó su construcción, Jean Parisot de la Valette y cuenta con un emplazamiento geográfico espectacular, que junto con una red de fortificaciones y bastiones facilitaba mucho su defensa ante ataques extranjeros.
La ciudad de la Valeta limita al este con la villa de Floriana. No hay espacio entre ambas. Al otro lado de la muralla está la capital de Malta. En el límite, sirviendo casi como punto de entrada a la ciudad, encontramos la terminal de los autobuses de la Plaza de la Fuente del Tritón, situada justo frente a la puerta de entrada de la capital.
La Plaza de la Fuente del Tritón es también el principal nudo de transporte público de la isla de Malta y reúne las cabeceras de la mayor parte de líneas de autobuses de la isla.
El centro de la capital de Malta
Por aquella puerta entramos a la ciudad por la calle República, el auténtico corazón y arteria principal de La Valeta. La calle República -que es peatonal casi todo su recorrido- atraviesa de este a oeste toda la península de La Valeta albergando edificios de tanto interés como el Palacio del Gran Maestre o el acceso a la Catedral de San Juan.
La Valeta es una ciudad en la que todas sus calles son rectas y se cruzan en forma de cuadrícula. Sólo en algunas partes donde la orografía no lo ha hecho posible se recurre a las curvas o, incluso, a salvar los desniveles con escaleras. La calle República marca también la parte central de la ciudad, como si fuera el nervio de una hoja de árbol.
Paralela a ella tenemos la otra gran calle de la capital de Malta, la calle Merchants, pero aun siendo comercial y con vida no llega a los extremos de su calle vecina. Entre las dos acumulan la práctica totalidad de la vida comercial de La Valeta, así como de sus edificios oficiales. Perpendicularmente a ellas, aparecen otras calles menores que comunican la parte norte de la costa con la parte sur.
Los edificios de La Valeta son muy parecidos entre sí. No es una ciudad con gran disparidad arquitectónica. El color marrón claro de la caliza utilizada en edificios y murallas es el gran dominador de la ciudad y sus calles. Sólo algunos balcones de colores permiten dar algo de contraste.
La mayor parte de los edificios de interés que ver en la capital de Malta están concentrados en muy poco espacio en el centro de la ciudad. No obstante, entre la Plaza San Jorge y el Fuerte St. Elmo hay algún barrio con construcciones menos cuidadas en las que podemos ver la cara antigua de la arquitectura típica de la ciudad.
Catedral de San Juan
Entre las cosas que ver en La Valeta destaca la Catedral de San Juan, el máximo exponente del gran número de iglesias monumentales de las islas maltesas. La Catedral de San Juan está situada en la calle República, en pleno centro de la ciudad, y es de estilo barroco.
Su exterior es bastante soso, pero su interior del siglo XVI está profudamente decorado. Recibió grandes tesoros artísticos de donaciones de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén (también conocida como Orden de Malta) y es que, durante dos siglos, la Catedral de La Valeta fue la iglesia conventual de esta orden.
El interior de la catedral de San Juan de La Valeta es espectacular. Todas las paredes cuentan con tallas en colores dorado y verde y el techo está pintado con frescos excepcionales. En el suelo, por su parte, destacan las lápidas de mármol dedicadas a los caballeros de la Orden de Malta. El altar también es excepcional y, por si fuera poco, en un oratorio aparte exhibe también una colección de pinturas de Caravaggio entre las que está la conocida «Decapitación de Juan Bautista».
La entrada cuesta 6 euros e incluye una audioguía que nos va narrando las diferentes zonas del templo. Malta es un país muy católico y es también muy riguroso en la vestimenta de los visitantes de sus iglesias, para lo que se les pide que cubran hombros, pecho o piernas (aunque se prestan prendas para los visitantes a los que le haya pillado de improviso). Dado que el suelo es de mármol y delicado, tampoco se permite el acceso con tacones estrechos o de punta.
Palacios y vistas panorámicas en La Valeta
Algo más al este en la calle República nos encontramos con el Palacio del Gran Maestre, que sirvió antiguamente como residencia para los máximos dirigentes de la orden y hoy alberga la sede del gobierno y el Parlamento. Es posible visitar parte del edificio.
Y, a pocos metros, otro de los edificios civiles más monumentales que ver en la capital de Malta: la Casa Rocca Piccola, que data del siglo XVI y nos muestra cómo vivieron las familias nobles de la isla de Malta en el pasado. Muy cerca está el Fuerte de St. Elmo, que no puede ser visitado y supone el extremo oriental de la ciudad.
Pero, aparte de monumentos, otro de los grandes atractivos que ver en La Valeta reside en las vistas panorámicas que se tienen tanto de la capital, como desde la misma. El emplazamiento geográfico de La Valeta hace que desde la orilla del mar puedan contemplarse vistas de las bahías y los puertos naturales que tiene al norte y al sur. La orilla norte -con vistas a Sliema y Gzira- no es especialmente bonita, pero desde la orilla sur podemos contemplar las Tres Ciudades (Cospicua, Senglea y Vittoriosa), con vistas impresionantes.
Podemos ver las vistas simplemente acercándonos a la orilla del mar, pero también desde los Barrakka Gardens (Upper y Lower) que ofrecen algunos de los mejores paisajes que podemos contemplar desde la ciudad.
También merece la pena la vista de la capital de Malta desde las proximidades. Sea desde la zona de Sliema, al norte; o desde las Tres Ciudades, al sur. Hay fantásticas oportunidades de fotografía desde ambas.
Otras cosas que hacer en La Valeta son pasar por el audiovisual Malta Experience, que durante 45 minutos nos explica la vida y la historia de la isla -quizá no demasiado interesante para quienes no sean muy aficionados a la historia- o el antiguo cuartel general británico en Malta durante la II Guerra Mundial.
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