Las ciudades vecinas de Mdina y Rabat son dos de las principales atracciones turísticas de la isla de Malta. Están situadas una junto a otra- ya que teóricamente Mdina era la ciudad y Rabat su extrarradio- y el viaje en autobús desde La Valetta dura unos 35 minutos, si el trafico acompaña.
Son ciudades muy turísticas, así que es muy normal encontrarse con grupos de turistas y excursiones organizadas, sobre todo en Mdina, lo que puede resultar algo frustrante paras quien quiera explorarlas a sus anchas.
Mdina
Mdina es la ciudad monumental, amurallada dentro de una fortaleza, con callejones estrechos donde casi no pasan los coches y coloreada casi completamente con el anaranjado de la piedra caliza típica de los edificios malteses. Es muy pequeña, pero muy agradable para pasear una vez que se han ido las hordas de turistas, algo que es mas frecuente en la temporada baja que en la alta.
Dentro de la ciudad amurallada, se pueden visitar edificios como el Palazzo Falzon, que data del siglo XV y alberga un pequeño museo de antigüedades y otras curiosidades, aparte de un patio interior encantador. Es una manera de ver como vivía la clase alta de la ciudad en el pasado, pero los 10 euros de entrada parecen un poco excesivos, sobre todo si se ha visitado algún palacio similar como la Casa Rocca Piccola en La Valetta.
La Catedral, de un estilo similar a la de San Juan de La Valetta, también puede merecer una visita, aunque creo que al turista le resultara más interesante visitar el Convento de los Carmelitas, con su museo y su iglesia.
Rabat
Rabat es una localidad menos monumental y más típica de lo que se puede esperar de un pueblo del interior de Malta. La localidad empieza junto a la muralla de entrada a Mdina y desde allí se puede pasear por pequeñas callejuelas y observar la tranquila vida de sus ciudadanos.
Rabat tiene como gran atracción las catacumbas y cuevas. Por una parte, las de San Pablo, una curiosa red de cuevas en mitad del casco urbano; pero, por otra y mas interesantes, las cercanas de Santa Ágata, en las que se pueden ver frescos y una visita guiada explica como eran lugar de enterramiento desde el siglo III. Estas catacumbas disponen también de un pequeño museo que contiene un poco de todo, desde una gran colección de minerales hasta ánforas, vasijas y pequeños restos arqueológicos, pasando por monedas o artículos religiosos.
Finalmente, para completar la ruta de las cuevas y cavernas varias, se puede pasar por la plaza central del pueblo donde están la iglesia de San Pablo con la gruta del mismo nombre donde se dice que el santo rezo durante su paso por la isla.
A Rabat y Mdina se puede llegar desde La Valetta en los autobuses 80 y 81, o desde Sliema y St. Julian en la ruta directa numero 65.
Artesanía en Ta Qali
Además, de camino a estas ciudades queda el poblado de artesanos de Ta Qali. No se trata de un poblado real, sino de una serie de construcciones en las que se han creado talleres donde se puede ver trabajar a los artesanos de materiales como el vidrio, la cerámica o la madera y comprar sus trabajos. Probablemente no le interese a muchos, pero a quien le pille de paso y tenga interés por la artesanía, siempre puede resultarle de interés.
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